Cuando dejas fluir a tu imaginación y desplegar todo tu potencial creativo pueden darse cosas maravillosas o pasadas de rosca de dimensiones catastróficas. Resultó que juntar en un mismo objeto cartera, baraja, monedero, billetera, tarjetero, mechero y teléfono móvil no sera tan buena idea (para sorpresa de nadie). Una experiencia supertosca, una manejabilidad muy pesada, incomodidad generalizada, en resumen, un bulto demasiado grande y poco práctico. A pesar de todo una cosa si que hay que reconocer; la ambición, la creatividad y las ganas de superarse a uno mismo. Es cierto que no todo el trabajo fue en balde, muchas de las innovaciones e incorporaciones se utilizarían en el futuro, aunque bajo otro enfoque. Gracias a estos errores se aprende en la vida; y aquella vez aquel muchacho aprendió que al salir de casa tenía que recordarse que hay 3 cosas esenciales en la vida (por mucho que se empeñara en intentar reducirlo a 2): llaves, cartera y móvil.